Aplicamos la gestión del rendimiento de forma transparente para aumentar la motivación de nuestros empleados y recompensar su éxito. Aunque las prácticas de evaluación del rendimiento pueden tener ciertas diferencias de acuerdo con la estrategia de nuestra empresa, consisten en los procesos de fijación y distribución de objetivos, evaluaciones y acciones periódicas semestrales y retroalimentación.
En el proceso de evaluación del rendimiento, realizamos entrevistas de evaluación y retroalimentación con directivos y empleados. En estas entrevistas, identificamos lo que debe hacerse para desarrollar el rendimiento del empleado y creamos los planes de desarrollo y carrera del empleado. Consideramos que los resultados de las evaluaciones de rendimiento, en las que nuestros directivos y empleados pueden compartir mutuamente sus expectativas y opiniones, son un criterio importante para determinar los aumentos salariales y los ascensos.
Nuestro sistema de planificación de carrera crea oportunidades de desarrollo profesional horizontal y vertical para nuestros empleados. A la hora de determinar las prioridades para el desarrollo de la carrera y las oportunidades de promoción, tomamos como base las cualificaciones de los empleados, como el espíritu empresarial, el alto rendimiento laboral y los valores compartidos. Con un enfoque centrado en el futuro, pretendemos garantizar la coordinación entre los objetivos de la empresa y los objetivos individuales de nuestros empleados para desarrollar las competencias de nuestros empleados y dotarles de las competencias necesarias para los puestos que puedan asumir.